Un stand en Santiago mostrando a la provincia de Aysén, provocó en el presidente de Chile una singular reacción que aquí contamos, basada en una confidencia del ex Intendente Gabriel Santelices (Crónica de Óscar Aleuy).
Gerardo Pradenas Seguel brilló con luces propias en el extraño campo de los primeros detectives y espías del sur de Chile. Era el brazo derecho del entonces llamado Departamento Cincuenta, en los albores de 1941. (Crónica de Óscar Aleuy)
En Coyhaique, leer algo distinto a lo que había en la escuela estaba prohibido. Las historietas o las revistas Ecran de mamá. Pero uno aprendía más del mundo de lo que se imaginaba. (Reminiscencias de Óscar Aleuy)
La primera señal de vida humana en nuestra Patagonia central ocurrió hace alrededor de once mil años atrás, cuando la tierra venía saliendo de su último período glacial.
Un experimento de retro composición sobre los primeros días de uno mismo en la cuna, el cochecito, la abuela y mi perro Paipote (Reminiscencia del escritor Óscar Aleuy)
Desde la ternura dulce de patios y animales, la Abelina Troncoso me enseñó los fuegos del invierno y el pálido color de las soledades.
Poco se ha escrito sobre el cabotaje marítimo en los principios de Aysén. Aquí abrimos importantes caracterizaciones, abrazando una rareza ocurrida en Lago Verde y el ambiente de los muelles en los años 30. (Crónica del escritor Óscar Aleuy)
Pocos han olvidado a este gran ser humano que engalanaba el paisaje de la calle 12 de Octubre en el Coyhaique de antes. (Crónica del escritor Óscar Aleuy)
Con tres o cuatro informantes en pauta, nos fuimos a recorrer las comunidades de Cisnes.¿Les cuento lo que pasó?
Se nutre la historia de Aysén con las contadas de sus viejos primeros carabineros… (Reminiscencia del escritor Óscar Aleuy)
La imaginación me roba una migaja de mi vida de niñez durante una función de matineé en la calle Serrano, año 1956 (Remembranza del escritor Óscar Aleuy)
En el Otoño de 1968 el anciano ruso Irigovy Sheznenko me entregó casi con jactancia un legajo de papeles escritos por Aniceto Laibe (por Óscar Aleuy)
Eran famosos los Mascareños, por su hotel y el Club de los socios, amigos incondicionales del presidente Ibáñez, aventureros trashumantes de la primera Balmaceda. Crónica de Óscar Aleuy
Variadas sorpresas ocurren cuando un poeta provinciano viaja a Santiago a materializar la idea de un señor medio loco que escribe cartas para enamorados (Crónica del escritor Óscar Aleuy)
En un juego de imaginación, es posible viajar por espacios distintos donde la entelequia y el acontecimiento histórico caminan a la par. Los invito a seguir este ejercicio (Crónica del historiador Óscar Aleuy)
Este singular matrimonio aristocrático que se vino a vivir a Coyhaique, provocó encontradas reacciones entre la gente, aunque con el correr de los años fueron aceptados y respetados (Crónica del escritor Óscar Aleuy)
Los famosos chasquis de antes repartían cartas, noticias y chascarros cuando Aysén era eterno en distancias y carencias. Pero se lograba el objetivo.
Este señor, medio francés, medio cubano se fue a meter a Puerto Aysén y llegó a ser una eminencia de personaje público, amo y señor de un prostíbulo y reverencial impulsor de instituciones sociales.
Cuando Coyhaique se llamaba Baquedano podían ocurrir situaciones que movían a la risa y al relajamiento colectivo. Crónica del escritor Óscar Aleuy.
Las notas periodísticas sobre los sucesos de Laguna del Desierto deambularon por cancillerías y gobiernos, transformándose en un tornado de versiones y prerrogativas.
Los primeros pasos de un inmigrante árabe llegado a Balmaceda hacia 1911. Lo conocí en Ñuñoa junto a su mujer…
Dos acontecimientos paralelos enturbiarían la vida dramáticamente, provocando tragedias casi simultáneas. Crónica de Óscar Aleuy.
La visita de Chatwin a Coyhaique, la realizó de incógnito, pero aquella vez necesitaba un guía y los de Funda lo mandaron hacia mí… Por Óscar Aleuy.
El carabinero Adán Jaramillo quería contarme algo que llevaba guardado por años. Crónica de Óscar Aleuy.
Cuesta creer que en Coyhaique, una simple construcción levantada como grito de protesta, fuera además del primer correo, un lugar de encuentro con la banda de músicos…
Miles de fervorosos creyentes se entregan completamente a adorar a la difunta Deolinda Correa, en muchas comunidades americanas. La patagonia aysenina no es la excepción.
En una alegoría reminiscente, los hechos del golpe de Estado contados desde el corazón y los sueños juveniles de un estudiante universitario.
Grupo DiarioSur, una plafaforma informativa de Global Channel SPA, Av. España, Pasaje Sevilla, Lote Nº 13 - Las Animas - Valdivia - Chile. Powered by Global Channel