En el mes internacional de la “Ciberseguridad”, la Policía de Investigaciones de Chile ha desarrollado diversas acciones para extender recomendaciones para evitar delitos y reducir vulnerabilidades con el fin de utilizar de manera segura las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones TIC’S y las redes sociales como una ventaja, oportunidad y una herramienta útil para el desarrollo y las interacciones sociales.
Así, entre el 21 y 22 de octubre la PDI realizó la tercera versión del “Seminario Internacional de Ciberseguridad”, junto a la Universidad Técnica Federico Santa María, sumándose también a la campaña promovida por Interpol, denominada “Crimen virtual es crimen real”, que busca exponer a nivel mundial sobre las principales amenazas que existen en el mundo cibernético y cómo mantenerse a salvo de ellas.
Cabe recordar que la Policía de Investigaciones de Chile lleva 76 años representando a Chile como miembro del segundo organismo internacional más grande en el planeta después de las Naciones Unidas.
“Al ser parte de Interpol, la PDI se posiciona como un referente regional en materia de investigación criminal de los delitos, poniendo énfasis en modalidades delictuales que traspasan las fronteras mundiales, generando nuevas amenazas hacia las personas y sociedad desde el mundo virtual”, subrayó el Jefe Regional de Aysén, Prefecto Rafael Guerra Pérez, agregando que los vínculos con la Organización Internacional de Policía Criminal permiten ir un paso más adelante, “recopilando, analizando e intercambiando información para combatir la delincuencia, como también efectuando operaciones conjuntas con otros organismos policiales para detener a redes de pedofilia, crimen organizado y otros delitos transnacionales”.
La campaña de Interpol enfatiza que la ciberdelincuencia es un delito real y debe tratarse con la misma gravedad que cualquier otro tipo de delito, lamentablemente es prácticamente imperceptible, lo que lleva a subestimar la dimensión de sus peligros, o el riesgo de convertirse en víctima, aun cuando sus consecuencias pueden ser tan demoledoras como las de los delitos tangibles. Asimismo, las cibervíctimas no siempre son conscientes de que deben denunciar estos hechos a la policía.
El espacio virtual de las redes supone desafíos para las leyes y la acción de la justicia, demandando la existencia de nuevas metodologías policiales para pesquisar estos delitos, obtener evidencias e identificar a sus responsables. Ante todo, la coordinación y la actualización, son una constante de la red de apoyo internacional que aporta Interpol.
Ciberdelitos y recomendaciones
Entre los delitos más comunes del ciberespacio se encuentran la de suplantación de identidad, secuestro de datos, sextorsión y delitos en línea contra niños, niñas y adolescentes.
El jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos Coyhaique, comisario Alejandro Muñoz, recordó que “el phishing o suplantación de identidad ocurre cuando un delincuente engaña a una víctima para que abra un correo electrónico, un mensaje instantáneo o un mensaje de texto para robar información del usuario, como los datos de acceso o los números de tarjeta de crédito”.
La recomendación para evitar convertirse en víctima de este delito, es no hacer clic en enlaces desconocidos, revisar el remitente y corroborar la información. No olvidar que en estas modalidades los ciberdelincuentes harán uso de formas cautivadoras, o que despierten la curiosidad natural ante ofertas o solicitudes innegables, ejemplo: suplantando casas comerciales, servicios públicos, obtención de beneficios, multas, citaciones judiciales inclusive, que buscan que el usuario despliegue mayor contenido, incorporando aplicaciones que robarán sus antecedentes personales o bancarios.
Desde la unidad especializada detallaron que existen otras formas como el “ransomware” o secuestro de datos correspondiendo a un “malware” que impide a los usuarios acceder a su sistema o a sus archivos personales, siendo exigible el pago de un “rescate” para poder acceder de nuevo a ellos. “Frente a este delito la recomendación también es comprobar la dirección del remitente, prestar atención a los errores ortográficos y no abrir archivos adjuntos sospechosos”, señaló el comisario Muñoz.
Además, son cada vez más habituales los casos de “sextorsión” o extorsión sexual, delito que se da cuando tras compartir mensajes y fotografías de connotación sexual, en el contexto de una comunicación virtual, el contenido es usado en tu contra. El ciberdelincuente ofrece no divulgar los mensajes y fotografías a cambio de una compensación económica. “Para este tipo de casos, recomendamos mantener la privacidad y no compartir imágenes íntimas con nadie, como tampoco aceptar ofertas de esta índole, porque podrían ser usadas en su contra”, detalló el jefe de la unidad especializada.
Cabe destacar que las recomendaciones generales para evitar ciberdelitos se relacionan con mantener la información personal y confidencial resguardada, y no difundirla en redes sociales porque puede ser utilizada por estafadores para actuar en su contra; utilizar contraseñas distintas para cada cuenta y que contengan cifras, símbolos y letras mayúsculas y minúsculas difíciles de memorizar para un tercero, cambiarlas periódicamente y activar la autenticación de dos factores en todas las cuentas; revisar los remitentes de mensajes y correo electrónicos; ingresar directamente a las páginas web digitando la dirección en la url, no mediante enlaces o buscadores en línea.
En cuanto a los delitos en línea contra niños, niñas y adolescentes, desde la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales Coyhaique, indicaron que el más frecuente es el “grooming”, referido al abuso sexual impropio donde un adulto contacta a un menor de 18 años a través de un perfil o cuenta real o falsa de redes sociales, estableciendo una amistad para luego, mediante amenazas, presionarlo para que le envíe fotografías de connotación sexual. A través del almacenamiento de este material se constituyen delitos que puedes extenderse en el tiempo, causando grave afectación emocional y psicológica a los niños, niñas y adolescentes, víctimas de esta forma de agresión sexual sin contacto físico.
“Ante este tipo de casos las recomendaciones apuntan a que los padres eduquen a sus hijos respecto a la protección de su intimidad y privacidad, especialmente frente a desconocidos contactados vía internet, conozcan el tipo de redes sociales que utilizan para que, ante cualquier contacto extraño, tomen las precauciones e informen inmediatamente, manteniendo una constante comunicación con sus hijos, generando lazos y espacios de confianza. Esa es la clave para evitar este tipo de delitos”, puntualizó el comisario José González.
Asimismo, se debe evitar que utilicen computadores y celulares en habitaciones a puerta cerrada y entreguen datos personales como nombre, dirección, colegio y datos sobre la familia. Una buena recomendación es utilizar herramientas de control parental para supervisar, adecuar el tiempo de uso y los contenidos de los niños cuando utilicen internet. La responsabilidad de observar los contenidos, tiempos de exposición y otros riesgos es una labor ineludiblemente de los adultos responsables.
Finalmente, desde la unidad especializada en ciberdelitos realizaron un llamado a la comunidad a estar alerta a este tipo de situaciones en el mundo cibernético, corroborar los antecedentes y denunciar cualquier tipo de hecho que revista carácter de delito en los complejos policiales de la PDI en Coyhaique y Puerto Aysén o directamente al número de emergencias 134. Además, a través de la cuenta de Twitter @PDI_Aysen podrán encontrar diversas recomendaciones para este y otros casos.
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