Entre primavera y verano es donde cada vez las temperaturas comienzan a aumentar y con ello incrementa el riesgo de incendios forestales, por lo que regiones desde Coquimbo hasta Aysén se encuentran bajo la alerta del “botón rojo".
Si bien no es un hecho que la región austral se encuentra bajo esta herramienta, desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf) Aysén, están alertas y realizando constantes monitoreos ante una posible situación de contingencia que sitúe a la zona en el “botón rojo”.
En conversación con Diario Regional Aysén, el director regional de Conaf, Ronald Valenzuela y el jefe del Departamento de Protección contra Incendios Forestales, Juan Eduardo Barrientos, se refieren al mecanismo y el trabajo preventivo que realiza la institución.
Valenzuela indica que el trabajo de Conaf en cuanto a la prevención de incendios forestales es anual, sin embargo, se intensifica en lo que se denomina durante el período estival, donde hay mayor probabilidad de ocurrencia de siniestros.
“Para eso se encuentran dispuestos los recursos que se materializan en 14 brigadas terrestres, prontamente la llegada de dos helicópteros: uno en Coyhaique y otro en Cochrane. Además de otros elementos técnicos y tecnológicos que dispone Conaf”, señala el director.
Por su parte, Barrientos menciona que la coordinación con municipios y otras entidades es permanente, pero se agiliza en momentos donde Conaf requiere mayor apoyo ante una emergencia.
Cuando esto ocurre, en primer lugar, se realiza una coordinación con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) u oficinas de emergencias comunales del municipio al que corresponda el siniestro.
“Los municipios son muy importantes en el tema logístico y en el catastro de las potenciales personas afectadas”, añade el jefe del Departamento de Protección Contra Incendios Forestales de Conaf.
Barrientos y Valenzuela indican que, a la fecha, solo dos han sido los siniestros más importantes en la región: Lago Verde (201 hectáreas consumidas) y Puerto Rey, camino a Península Levicán (aproximadamente 40 hectáreas consumidas), ambos ocurridos en octubre y generados por negligencia humana.
“Son zonas muy complejas, por lo que tuvimos que brindar recursos en forma abundante, afortunadamente no pasó a mayores porque la intervención fue oportuna”, dice el jefe del departamento de Conaf.
Finalmente, el director Ronald Valenzuela llama a la comunidad a restringir el uso del fuego en lugares no adecuados y prevenir incendios forestales.
“Prevenir los incendios forestales es tarea de todos, no solo en la acción particular sino en el sentido de reprochar a quien esté desarrollando estas actividades o haciendo uso de este. No solo está juego el patrimonio ambiental o estructural, sino las vidas, principalmente los brigadistas que se ven más expuestos”, enfatiza Valenzuela.
“Las condiciones climáticas hacen cada vez más difícil abordarlos, se transforman en incendios de mucha complejidad. Por lo tanto, es mucho más fácil prevenirlos que combatirlos”, cierra el director.
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