Proyecto divide a artesanos de Coyhaique: "Nos han puesto en una trinchera"

Hablan dirigentes a favor y en contra del Centro Artesanal de Coyhaique.

Durante la sesión del Concejo Municipal del pasado martes 13 de junio el Gobierno Regional de Aysén y su Consejo, presentaron a los concejales de Coyhaique y al alcalde Carlos Gatica, el proyecto del Centro Artesanal de Coyhaique, con el fin de actualizar el certificado de administración y mantención de este.

Al terminar la presentación del Gore, el proyecto fue rechazado por falta de quórum, debido a que los concejales Claudio Vidal y Ana María Navarrete se abstuvieron, argumentando falta de información, mientras que la concejala Yorka Cheuquian tuvo que abstenerse por inhabilidad, debido al conflicto de intereses con la iniciativa, desde su oficio de artesana.

En este contexto el alcalde de Coyhaique, Carlos Gatica, expresó que el proyecto es relevante, pues beneficiará a más de 100 familias de productores regionales y dará solución al sueño por el que artesanos y artesanas llevan más de veinte años esperando.

“La verdad, es que hoy día no tan solo es un gran beneficio para nuestros artesanos y artesanas, sino que también, para nuestra ciudad, para nuestra comuna, para el turista, pero sobre todo para nuestros vecinos y vecinas, por tener esa gran infraestructura de calidad”, señaló el jefe comunal.

Gatica dijo que insistirá para que el proyecto sea aprobado en una nueva votación.

"Vamos a comentar toda la información que está para que los concejales puedan entenderla y que, por supuesto, puedan dar aprobación para este tan importante proyecto”.

 El proyecto del Centro Artesanal ya cuenta con el terreno y el diseño, el cual contempla un edificio de dos niveles, en un terreno de 1.400 m2, con 70 puestos artesanales, estacionamientos, entre otros aspectos.

Artesanos divididos

En el gremio de los artesanos hay visiones divididas frente al proyecto. Algunos ven que la nueva infraestructura será un avance que dignificará a las artesanas que por años han vivido y ofrecido sus productos, pero otros ven que el proyecto sólo destruirá el patrimonio cultural del recinto.

Maritza Azócar, presidenta de la Asociación Gremial de Artesanos y miembro de la mesa de gestión del Centro de Artesanos, expresó que hay agrupaciones, no sólo de Coyhaique, sino que de otras localidades como Puerto Aysén, Villa Ortega, Puerto Ibáñez y Puerto Guadal.

“Somos en total 76 familias de artesanos y la finalidad es que se potencie la artesanía regional. Las otras ferias tienen venta de artículos de Perú y Puerto Montt y sólo le ponen Coyhaique, nosotros valoramos que los productos sean hechos en Coyhaique y la región”, manifestó.

La dirigenta dijo que es verdad que el proyecto posee sólo 70 puestos, algunos de los cuales serían rotativos. “Ese es el nivel de flexibilidad de nosotras, además viene gente de otros lados a ofrecer sus productos, pero que no pueden venir todos los días porque son del campo y no pueden dejar botadas sus casas”, dijo.

“Ellos (la otra agrupación) se amarra al patrimonio material, pero para nosotros lo importante es el patrimonio inmaterial, el humano, al de la dignidad de las artesanas que trabajan la lana de oveja y duele la poca empatía para el resto de la gente”, dijo Maritza Azócar.

Otro conflicto que surgió es que la agrupación de Maritza Azócar en sus reglamentos indica que los productos que comercializan deben ser 90 por ciento regionales, aspecto que la otra agrupación siente que no les favorece. “Quieren 40 por ciento de reventa de otras regiones”, aseguró la dirigenta.

Quieren proteger el patrimonio

Distinta es la visión de Jenny Ziehlmann de la Agrupación Cultural Feria Plaza de Armas quien indicó que el proyecto del Centro Artesanal de Coyhaique implica sacar los tradicionales puestos de madera.

“No se nos consultó sobre esto, ya había documentos firmados del proyecto, pero inconsultos. Nos preguntaron si íbamos a participar, pero nos consultaron de una manera que no podíamos negarnos y eso molesta”, dice Jenny Ziehlmann.

Añadió que entiende el punto de vista de la otra agrupación, que trabaja en toldos ubicados en la plaza y soportando el frío, y que sí apoyan el proyecto.

“Nunca estuvimos en contra que tuvieran su espacio, empatizamos con su necesidad, mis padres trabajaron también en la calle… pero nos encontramos con la sorpresa que demolerían nuestros puestos y que el proyecto no se va a construir en un terreno aledaño”, dijo la dirigenta.

Jenny Zielhmann indicó que la Feria de Artesanos está desde 1982 y que es ampliamente conocida a nivel nacional. Son 32 los puestos que están en los puestos de madera frente a la plaza.

“Para nosotros es un choque cultural. Hay personas que han trabajado toda su vida en este lugar por eso es fuerte que no se reconozca este valor y se nos quiera sacar y no se nos escuche”, indicó la dirigenta.

“También vivimos una recesión en las ventas y nosotros siempre pagamos la patente en pandemia. Jamás quisimos entrar en una disputa con las colegas que trabajan en los toldos, pero las autoridades nos han puesto como en una especie de trinchera, las que sí quieren el edificio y las que no queremos que nos echen abajo nuestra feria”, concluyó.