Fueron cinco días de angustia e incertidumbre que la familia Orellana debió enfrentar hasta el límite de sus fuerzas, tras la desaparición de Pablo el martes 4 de abril.
Afortunadamente, este sábado dos miembros de la familia permitieron cerrar el amargo episodio al encontrar a Pablo con vida, en el sector San Miguel, de Coyhaique.
“Ya no sabíamos donde buscarlo, nos decían una cosa y otra cosa, que se fue para allá…imagínese que ayer me llamaron que mi hermano lo habían encontrado muerto…”, revela Mariluz Orellana, hermana de Pablo.
“Pero gracias a Dios y a mi morenita, mi virgencita, y mi madrecita linda que está en el cielo que guió los pasos de mi hermano y mi cuñado que lo pudieron encontrar a tiempo”, expresa agradecida y aliviada.
“Un día más, dos días más mi hermano muere, porque estaba deshidratado, desorientado, pero vivo, así que estoy contentísima”, enfatiza.
Finalmente, Mariluz tuvo palabras para agradecer a todos quienes de alguna forma colaboraron en la búsqueda y difusión.
“Como familia damos las gracias a los medios de comunicación y a todos quienes nos apoyaron, en especial a la familia y a la Fundación Búsqueda y Rescate Patagonia”, concluye Mariluz Orellana.
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