Bañado y esculpido por las aguas del lago General Carrera, en la región de Aysén, este santuario de la naturaleza se ha convertido prácticamente en un lugar de peregrinación para quienes viajan por la ruta escénica más famosa de Chile.
Miles de turistas experimentan cada año la fascinación de navegar hacia una de las formaciones geológicas más fotografiadas y admiradas de la Patagonia.
A juicio de quienes lo conocen bien, el lago General Carrera es un gigante dormido. Visto desde las alturas cuando nos acercamos por Carretera Austral, luce apacible en medio de la Patagonia chilena y sus hermosas aguas turquesas bajo la luz del sol realmente hipnotizan. Al acercarnos a su orilla, comprendemos que no hay que dejarse engañar ni seducir por su belleza.
Su nombre autóctono nos lo adelanta: Chelenko, que en lengua tehuelche significa “aguas turbulentas”. No es exageración. Sus gélidas aguas suelen amanecer inquietas, por lo que no es de extrañar que podamos ser testigos de su fuerte oleaje. Pensamos que la naturaleza es sabia.
Son estas condiciones las que han permitido moldear a través de los años el gran atractivo turístico que tiene el General Carrera: las Cavernas de Mármol junto a su Capilla y su Catedral, un tesoro resguardado entre acantilados.
Nuestro recorrido por la Carretera Austral Sur comienza en el Aeropuerto de Balmaceda, desde donde viajamos por tierra rumbo a Puerto Río Tranquilo (4 horas de viaje), un trayecto que es considerado una aventura en sí misma.
Atravesamos el parque nacional Cerro Castillo (excelente oportunidad para poder observar huemules) y nos detenemos en la Cuesta del Diablo, uno de los miradores más populares en Aysén. Más al sur aparecen el Valle del Río Ibáñez con una parada abrumadora como lo es el Bosque Muerto, y el Valle del Río Murta antes de llegar a Puerto Río Tranquilo.
En temporada alta la llegada de miles de visitantes rompe por momentos la tranquilidad de este poblado de 500 habitantes, que recibe viajeros ansiosos por conseguir un tour a las Cavernas de Mármol.
Los más osados aventureros optarán por hacer kayak en el santuario, quienes, al igual que los botes pequeños, pueden asomar sus narices dentro de las principales cavernas de la formación rocosa.
El escenario que enmarca al lago con las montañas de fondo, la Carretera Austral y las Cavernas de Mármol es una obra de arte esculpida por la naturaleza. El santuario natural de 50 hectáreas atrae año a año a miles de turistas chilenos y extranjeros, tanto así que hoy son más de una cincuentena de lanchas las que zarpan rumbo a este atractivo turístico diario.
Para quienes llegan hasta ellas, el proceso geológico de su formación nos parece enigmático. La ciencia lo explica: las rocas de las cavernas se deformaron y fracturaron por la erosión de las aguas del lago, dando la forma de cuevas. Si uno logra observar con detalle la superficie de la roca, es posible distinguir que está formada por pequeñas cavidades. Este es un factor que indica que está aún activo el proceso de evolución.
Al interior de las cavernas, unas llamativas franjas de colores llamativos captan nuestra atención y la del lente de la cámara. El Blanco, que es el color predominante, se mezcla con el azul, el negro y el amarillo.
El fenómeno geológico se observa desde la embarcación por una extensión de aproximadamente 300 metros, y que se da gracias a diversos minerales en la roca y a prevalencia de carbonato de calcio en el mármol. Según estudios científicos, fue tras el retiro de los glaciares hace 10 o 15 mil años que se formó el lago y comenzó esta formación que hoy conocemos como Cavernas de Mármol.
Grande ha sido la preocupación durante los últimos años por parte de autoridades, los propios ayseninos e incluso turistas, por lo que es futuro de las cavernas al ser un ecosistema frágil y accesible. Los operadores de turismo han sido los primeros en tomar las riendas para minimizar el impacto tras cada visita.
Antiguamente a los pasajeros se les permitía bajarse al interior de las cavernas y caminar por sobre la piedra si las mareas del lago lo permitían. Hoy eso está estrictamente prohibido, y el contacto con la Catedral de Mármol -especialmente- se redujo notoriamente.
El regreso en lancha a Río Tranquilo se hace al atardecer y con olas que superan el metro de altura, aunque con la tranquilidad de haber conocido un top 5 de los atractivos turísticos en la Patagonia Chilena. Chelenko nos permitió navegar en sus aguas, y el lago cumple con seguir protegiendo su patrimonio natural.
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