Por Comunicaciones Servicio de Salud Aysén.
Conectividad reducida, hielo, nieve, caminos de ripio con curvas cerradas y escasa visibilidad, árboles caídos en la ruta, animales que aparecen de forma intempestiva y un sinfín de imponderables deben sortear todos los inviernos el equipo del Sistema de Atención Médica de Urgencias, Samu, en la región.
Una tarea ardua, agotadora y siempre al límite, que obliga al equipo a estar atentos a los requerimientos de la comunidad.
Si bien es cierto la geografía loca y desmembrada de Aysén es un atractivo turístico que anualmente mueve a miles de turistas chilenos y extranjeros por la Patagonia, también es un elemento que limita el trabajo del Samu.
“Los tiempos de traslado se duplican, la velocidad promedio en la ruta 7 es de 60 kilómetros por hora. Entonces las distancias no se deben calcular en kilómetros, sino en tiempo, considerando además las condiciones climáticas adversas, con nevazones y escarcha”, señaló el Dr. Felipe Corsini, jefe subrogante de Samu y médico regulador.
“Samu es pasión”
Este año los despachos de ambulancia se han incrementado respecto a las últimas temporadas.
El Samu y su despliegue territorial trae consigo la activación de un protocolo que involucra al sistema de protección civil, donde se trabaja mancomunadamente con ONEMI, Vialidad, MOP, Carabineros y Bomberos, entre otros, para que los tiempos de traslado sean menores.
“Pero siempre preservando la salud de nuestro personal y de los pacientes y en este tiempo se ponen a prueba las competencias de nuestros conductores rural y de acá, porque manejar con nieve y escarcha es distinto”, advierte Corsini.
Las coordinaciones permanentes con el intersector son muy importantes, con el Centro de Alerta Temprana de la ONEMI, quienes prestan el apoyo e información en detalle de condiciones de carreteras y rutas regionales en línea.
“Mostramos compromiso y cariño por nuestro trabajo que generamos con la gente de la región y eso se refleja en estos traslados complejos, donde el recurso humano está siempre dispuesto a hacer su trabajo de buena manera, porque SAMU es pasión”, agrega el Dr. Corsini.
Expuestos al clima adverso y “también muchas veces a las mismas personas en su estado de shock donde eventualmente hay agresiones al personal, pero a pesar de ello, los funcionarios hacen su trabajo de la mejor manera posible, al igual que toda la red”.
Hay protocolos y estrategias definidas, donde el sentido de equipo prima para establecer una buena comunicación.
“Este trabajo no lo hacemos solos, es en conjunto, desde el director, sub director que están comprometidos con nosotros, al igual que los directores de los hospitales y, sobre todo, con el inter sector”, explica Corsini.
Para Raúl Espinoza, conductor Samu este invierno ha sido más malo que otros.
“Eso nos ha complicado los traslados intrarregionales por cortes de camino, la gran nieva caída y se hace difícil el acceso a otras localidades fuera de Coyhaique”, indicó.
Espinoza tiene clara su responsabilidad, por eso su máxima es lento, pero seguro.
“La prudencia es elemental en este trabajo y conducir siempre a la defensiva”, expresó.
De paso quiso recordar a la comunidad que las demoras muchas veces tienen que ver con las condiciones climáticas y de tránsito y “que es mejor ir despacio y llegar bien y no arriesgar la vida del equipo y los pacientes”, matiza el conductor profesional.
Semanalmente a nivel regional ingresa un promedio de 350 llamadas y se despachan 90 ambulancias a distintos puntos de Aysén.
“Nosotros tenemos que estar preparados para todo tipo de situaciones médicas y de otra índole y el clima es uno de ellos. Tenemos nuestro uniforme en buenas condiciones, los vehículos están con sus mantenciones, clavos, cadenas y lo importante es la seguridad de nosotros y los pacientes y eso nos mantiene tranquilos”, explica Rodrigo Alejandro Vera Medina, enfermero reanimador.
Lo importante para el Samu es gestionar y estar siempre dispuestos. “Nosotros somos un equipo, eso es lo importante. A veces nos resbalamos por el hielo, pero allí estamos. Muchas veces la gente no ve eso y si no estamos comprometidos todos, no funcionamos solos”, dice Pamela Fabres, paramédico.
De paso la profesional hizo un llamado a la población para hacer un buen uso del SAMU, “ya que a veces para ir por algo no tan grave, nos perdemos emergencias reales, así que debemos explicar eso también”.
Caber recordar que el número 131 está destinado a emergencias vitales, es decir, cuando una persona está en riesgo de muerte, aunque no son pocas las veces que concurren a situaciones de baja complejidad o inescrupulosos que usan la línea para hacer “pitanzas”, es decir, llaman solo para lanzar una broma y volver a colgar.
Las reuniones de coordinación se hacen de forma periódica, con las instituciones que son parte del sistema de protección civil y el conocido ABC de la emergencia.
“En la región de Aysén tenemos un sistema integral e integrado de telecomunicaciones en sistema de radio VHF ABC, que está instaurado en toda la región. Orgullosamente podemos decir que somos la única región del país que tiene esto, donde se operativiza todo el sistema ABC; Ambulancias, Bomberos y Carabineros", añadió Sidi Bravo, director regional de Onemi.
"esto nos permite por ejemplo que, si una llamada ingresa al 133, que para mucha gente es el único número de emergencia, la llamada pueda ser informada a las instituciones que correspondan a través de este sistema integrado”, explicó Bravo.
Estas reuniones se realizan regularmente en las oficinas de las instituciones involucradas y facilitan que los equipos se conozcan y vinculen, permitiendo una mejor respuesta a la comunidad.
Si bien es cierto, todo funcionario público se debe al Estado, a la ciudadanía, a las personas que sostienen el sistema, no es menos verdad que trabajar en un servicio que exige rapidez y eficiencia, sometido a un alto estrés, le da un cariz distinto. Algo que reconoce el subdirector de gestión asistencial, Hernán Barrientos.
“Quiero manifestar mi sincera gratitud por la importante labor asistencial que realizan nuestros funcionarios y funcionarias del servicio de atención médica de urgencia SAMU, dependiente del Servicio de Salud Aysén", destacó.
"Son los responsables de la atención médica prehospitalaria en Aysén, los que reciben los llamados al 131 y que buscan respuesta a necesidades de salud urgentes y graves, durante todo el año y las 24 horas del día, con un equipo siempre alerta para dar la primera atención”, comentó Barrientos.
A pesar de las severas condiciones climáticas, Barrientos señala que el Samu entrega una respuesta rápida, con personal altamente capacitado, para entregar una atención segura y de calidad a nuestros pacientes.
"Son un apoyo permanente a la red asistencial, rescatando pacientes de los lugares más recónditos de nuestra región, por eso es un servicio valorado por la comunidad”, concluye el alto directivo.
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