Las tres batallas municipales que prometen en la Patagonia

En Coyhaique, Cisnes y Cochrane habrá de todo: un alcalde que se “bajó”, una aspirante que desafía al exmarido, y una concejala que podría convertirse en la “Cathy Barriga” del extremo sur.

La lucha por la capital regional

Coyhaique es la comuna-capital de la región de Aysén, y como toda urbe que se precie de tal –que concentra el poder político, poblacional y económico–, siempre está dispuesta a sorprender a sus electores.

En efecto, luego que el Partido Socialista definiera a través de una primaria unipartidaria, que el nombre que llevarían a la elección de abril fuera el actual alcalde Alejandro Huala, en desmedro del concejal Patricio Adio –obviando de paso un acuerdo escrito al interior de la ex Concertación, de realizar una segunda instancia definitoria, que incluyera a los otros partidos (PPD, PR, DC)–, todo se derrumbó a raíz de la situación en la que se vio involucrado el ungido, cuyo nombre fue incluido en un reportaje de La Tercera que dio cuenta del llamado “Caso Luminarias”. 

Según el matutino, el alcalde Alejandro Huala figura como receptor de una abultada cantidad de dinero por parte de la empresa Intelecom, en retribución por haberse adjudicado la licitación de luminarias led para el casco urbano de Coyhaique.

Aun cuando el jefe comunal no ha sido formalizado por este presunto acto de corrupción, él mismo se vio a obligado a declinar su candidatura a la reelección, algo así como retirar del partidor al alazán favorito, dejando sin representación al socialismo en la justa de abril.

Así, solo quedan en pie las cartas del PC, la DC y el PRI. El Partido Comunista de Chile será representado por el periodista Juan Catalán Jara, mientras que el ingeniero Carlos Gatica competirá como opción de los democratacristianos.

En tanto, el Partido Regionalista Independiente patrocina la candidatura del abogado (exseremi de Justicia y Derechos Humanos, ex presidente regional de la UDI) Eugenio Canales, quien ganó su derecho a competir por el sillón municipal de Coyhaique, luego imponerse en la primaria de Chile Vamos.

Dos mujeres y un rudo competirán por Cisnes

El actual alcalde de Cisnes Francisco Roncagliolo Lepio (RN) buscará en abril su primera reelección, luego de haber triunfado en 2016. Aunque se le reconoce como un edil realizador y que maneja con mano de hierro el municipio nortino, en esta ocasión deberá enfrentarse con dos mujeres para retener la jefatura comunal.

Por un lado, a Roncagliolo le sale al camino la concejala socialista Gloria Cadagan Opazo, una conocida dirigenta social de la comuna, quien obtuvo su derecho a representar a la centroizquierda tras la omisión de su colega concejala Almendra Silva (DC), la que bajó su pretensión en favor de la unidad del sector. Cadagan competirá como independiente en el pacto Unidad por el Apruebo.

Pero la verdadera pugna por el municipio de Cisnes se dará más allá de la política. En efecto, la exdirectora regional de Prodemu Aysén, Natasha Vargas Parada –quien aspira como independiente– no solo desafía al actual edil Francisco Roncagliolo, sino que además tiene un vínculo familiar con él: los ahora adversarios estuvieron casados, y producto de ese matrimonio, la expareja tiene tres hijos.

Adita Figueroa podría darle glamour a Cochrane

Desde su llegada al Concejo Municipal de Cochrane, en 2012, Ada Leonor Figueroa Gallardo, la militante de Renovación Nacional –conocida como Adita por vecinos y amigos–, después de vencer la incertidumbre que amenazaba con negarle toda posibilidad a manos del concejal (UDI) Rodrigo Rivera Tejeda, el delfín del alcalde y presidente regional de la UDI Patricio Ulloa, al fin consiguió instalarse como la carta de Chile Vamos en la comuna-capital de la provincia de Capitán Prat.

Además de su cargo como concejala, Adita es la coordinadora provincial de Prodemu, función que la ha posicionado como una activa defensora de los derechos de las mujeres del extremo sur de la región, que aparte de Cochrane, incluye las comunas de Tortel y O’Higgins.

El hecho de haber logrado convertirse en la candidata del oficialismo para suceder a Patricio Ulloa –uno de los dos alcaldes de la región junto a Bernardo López de Tortel, que no pueden reelegirse por tener más de tres períodos– abre enormes expectativas en torno a lo que pueda hacer como alcaldesa, considerando que su fama y prestigio tienen un fuerte componente mediático, aspecto que, de ganar la elección de abril, podría darle mayor figuración, a la vez que podría impulsarla a emprender acciones públicas de mayor impacto que las del edil Ulloa, quien cultiva un perfil mucho más discreto que Adita.

Adita es rubia como alcaldesa de Maipú, le gusta vestirse de huasa y no disimula su amor por las costumbres patagonas. Su rival a vencer es el exintendente radical Jorge Calderón, cuya personalidad no tiene posibilidades de opacar a la eventual nueva “Cathy Barriga de la Patagonia”.