Chile Chico, el grito de soberanía del lago General Carrera

[#HistoriasDiarioSur] La "Ciudad del sol" cumple 93 años de una historia de esfuerzo junto a uno de los lagos binacionales más hermosos del mundo.

En 1852 unos colonos europeos fundaron Villa Patagonia en lo que hoy es el Valle Bahía Jara, ese fue el inicio de la ciudad de Chile Chico, el tema es que esos colonos llegaron apoyados por el gobierno argentino y el lago cercano a la villa no era otro que el lago Buenos Aires. Se podría decir entonces que Chile Chico nació siendo argentino. 

Villa Patagonia no prosperó. Las condiciones de vida y el clima dificultaban mucho el día a día y más adelante se acrecentaron las disputas de argentinos y chilenos por ese territorio casi inexplorado.

No fue hasta 1902, con el fallo arbitral del Reino Unido, que se definieron las fronteras ayseninas y se dio comienzo a la migración de colonos de origen chilote o de chilenos que trabajaban en las estancias argentinas, muchos de ellos ex balmacedistas que combatieron y perdieron en la Guerra Civil de 1891 o que eran descendientes de ellos y que crecieron en Argentina.

Entre 1905 y 1909 llegaron a la zona de lo que hoy es Chile Chico los primeros colonos chilenos, ellos fueron Manuel Jara y Pedro Maldonado y poco después llegaron Juan Félix Avilés y Juan de la Cruz Avilés que posteriormente enviaron a buscar a sus parientes, así se sumaron Cantalicio Jara y su hijastro Santiago Fica, Pedro Burgos, Rosario Sepúlveda, Miguel Araneda, Juan de Dios Jiménez y otros. Todos ellos se asentaron a las orillas del lago Buenos Aires que producía un microclima apto para el cultivo de cereales y la plantación de frutas.

Entre estos chilenos se repartieron el terreno de sus campos, según sus capitales. El valle que hoy ocupa el pueblo es nada menos que el campo que le tocó al colono Manuel Jara.

Estos colonos lograron en 1914 que el Estado de Chile, a través de la Oficina de Tierras y Colonización de Punta Arenas, les otorgue el permiso de ocupación y trabajando en forma mancomunada aumentan su capital inicial, capital obtenido en años de trabajo en distintos lugares de la Patagonia Argentina. Posteriormente logran un compromiso de compra ante el Estado chileno, sin embargo en 1917 se enteran de que el Gobierno desconoció el acuerdo y sacaba a remate estas tierras a petición de un grupo de empresarios magallánicos, entre ellos Julio Vicuña Subercaseaux, el mismo empresario involucrado indirectamente en el incidente de los trabajadores de Bajo Pisagua que murieron de hambre, enfermedad o tal vez envenenados y que están sepultados cerca de Tortel en la Isla de los Muertos.

LA GUERRA DE CHILE CHICO

En marzo de 1918 llega a la zona el empresario sueco Carlos von Flack, señalando que el gobierno le había vendido los terrenos que ocupaban los colonos. Como estos se negaron a salir fueron desalojados por un grupo de carabineros, lo que dio pie a un incidente armado conocido como “La guerra de Chile Chico”, cuando los colonos y carabineros protagonizaron por casi tres meses una serie de escaramuzas armadas.

El saldo fue un colono muerto y 3 carabineros muertos. La situación pudo llegar a mayores con la intervención de los soldados argentinos que pensaron que los colonos eran unos forajidos y pasaron la frontera, pero que –a diferencia de los uniformados chilenos- parlamentaron con los colonos que depusieron sus armas y disolvieron su guerrilla. Posteriormente se supo que el colono Belarmino Burgos, durante los días de las escaramuzas, pasó a la frontera argentina y llegó hasta Buenos Aires para entrevistarse con el presidente argentino Hipólito Irigoyen, éste tomó contacto con el presidente de Chile Juan Luis Sanfuentes y le explicó lo que ocurría en la frontera.

La situación fue finalmente apaciguada con la intervención del diputado valdiviano Pedro Nolasco Cárdenas ante el Congreso y el gobierno llegó a un acuerdo con los colonos para que ocupen las tierras. Así en 1928, hace 93 años, llegaron los primeros funcionarios públicos y un 21 de mayo, junto al lago Buenos Aires (llamado en el lado chileno lago General José Miguel Carrera) se funda oficialmente el pueblo de Chile Chico.

LA CIUDAD DEL SOL

En la década del 30 llegan más colonos a la ciudad y entre 1947 y 1949 se instalan colonos belgas que posteriormente se instalan en otras ciudades del país. Muchos de ellos, hastiados de los efectos de la Segunda Guerra Mundial, llegaron a Chile por Punta Arenas y llegaron a Chile Chico por tierra. Ellos crearon tiendas, aserraderos y se dedicaron a la agricultura. Hoy, la Hostería la Patagonia es testigo del paso de estas familias por la ciudad.  

Fueron los primeros habitantes de Chile Chico quienes desarrollaron los primeros caminos por la zona del Paso Las Llaves y también por la costa norte del lago, desde Puerto Ibáñez y la península Levicán, permitiendo a los troperos llegar hasta los mercados de Coyhaique con sus productos, en especial con lana de oveja. 

La ciudad cobró más importancia gracias a que se desarrolló con el cabotaje lacustre con vapores como el “Andes”, “Manolo”, “Chile”, “Argentina”, “Líbano” y “Cóndor” que convirtieron las aguas del lago en carreteras para el transporte, importación y exportación de productos, equipamiento y personas con Argentina.

Entre las décadas del 40 y 50 Chile Chico adquiere protagonismo en las faenas mineras y la exportación de minerales, pues la zona fue centro de extracción de plomo y zinc y eso permitió la instalación de hoteles (como el Hotel Plaza construido en 1937), restaurantes, teatros, clubes de baile y de deporte y que le dieron vida a la sociedad que se había instalado a comienzos del siglo XX y hasta un aire cosmopolita con la llegada de colonos europeos y árabes. 

Chile Chico es conocido como la “Ciudad del Sol”, gracias a las bondades del lago General Carrera que permite un microclima muy soleado y de temperaturas invernales atemperadas por el gran cuerpo de agua.

En 1959 el gobierno de Chile crea el decreto que oficializa a Chile Chico como una comuna que es parte de la Región de Aysén y de la provincia de General Carrera.

Actualmente la ciudad es una de las principales de la Región de Aysén y sigue marcando soberanía chilena en este paisaje idílico.