Abril es el mes de los Carabineros y la región de Aysén tiene una deuda en su génesis con esta institución. Fue el 30 de diciembre de 1927 que se creó formalmente el Territorio de Aysén, gracias al decidido interés del presidente de Chile Carlos Ibáñez del Campo, y que se ratificó en el Decreto Supremo N° 8.582, y fue justamente un carabinero su primer intendente, José Luis Marchant González, hombre que le dio forma al territorio que a futuro se transformó en la actual región.
Antes Aysén estaba repartido entre la provincia de Llanquihue y la de Magallanes y su colonización se fue afianzando por chilotes desde el norte, magallánicos desde el sur y chileno-argentinos desde el oeste.
Según el libro de Mateo Martinic “De la Trapananda al Aysén”, en rigor, el primer intendente de la región fue Edmundo Camus Murúa desde el 26 de enero de 1928, pero sólo estuvo 4 meses en el cargo. La obra indica que Camus dejó las bases de la formación de un puerto en la bahía Chacabuco y de construir caminos que afiancen la conectividad en la región.
El 1 de julio de 1928, por Decreto Supremo 3.354, el presidente Ibáñez nombra como intendente al coronel de carabineros José Luis Marchant.
HOMBRE DE CARÁCTER
Según el historiador Elías Navarrete, Marchant había nacido en Recoleta un 30 de mayo de 1883. En 1898 ingresa a la Escuela de Suboficiales del Ejército y tras una meteórica carrera asciende a sargento primero y en 1906 se suma como oficial al Regimiento de Gendarmes, el preámbulo de lo que sería el Cuerpo de Carabineros de Chile.
Marchant se va a servir al norte con el grado de capitán de los escuadrones del Regimiento de Carabineros de Iquique y después de Tocopilla, todo esto entre 1913 y 1921. En esta última ciudad fue nombrado gobernador entre los años 1920 y 1921.
El 27 de abril de 1927 se crea el Cuerpo de Carabineros de Chile que dependía exclusivamente del Ministerio del Interior. Semanas antes Luis Marchant era ascendido a coronel, el mayor grado al que podía aspirar en la naciente institución policial. Al año siguiente recibe el encargo del Presidente de la República de convertirse en Intendente de Aysén.
Sus andanzas en el norte, donde aún se daban resquemores con el Perú y estuvo pendiente el tema definir la soberanía de Tacna y Arica con la vecina nación, al tiempo que se acrecentaba la llamada “cuestión social” con constantes tensiones entre trabajadores y empresas, hicieron que Marchant se forjara con un carácter firme, enérgico, pero también razonable y de diálogo con los ciudadanos, caracteres perfectos para un líder y que bien valoró Carlos Ibáñez del Campo para nombrarlo intendente.
EL GALPÓN Y LA BANDA
Según el ensayo del historiador Elías Navarrete, citando a Peri Fagerstrom, en 1928 “Puerto Aisén no era otra cosa que un embarcadero rústico hecho de troncos y tablones donde de tarde en tarde llegaba algún chalupón para transportar a Castro o Puerto Montt los cueros o lanas que producía la estancia Coyhaique". Añade la obra que al llegar el intendente Marchant habilitó un galpón, que usaban los arrieros para su descanso y el de sus caballos y mulas, para establecer ahí las oficinas de la intendencia y alojamientos de funcionarios y en el segundo piso de ese galpón se habilitó el dormitorio y las oficinas de este intendente carabinero.
La primera misión de Marchant fue empezar a hacer trazados de la ciudad de Puerto Aysén y tratar de motivar la colonización del territorio, de acuerdo a la instrucción del propio presidente Ibáñez. Por aquellos años recién se había llegado a un acuerdo con el laudo arbitral con Argentina y las costumbres “argentinizadas” de los arrieros patagónicos no eran muy bien comprendidas por los funcionarios públicos que llegaban a trabajar desde las regiones de más al norte.
Una obra que le dio sello a Carabineros fue la creación de su Banda Instrumental, promovida por el coronel Marchant, ellos animaban cada acto oficial y, cuando llegaba alguna embarcación, rápidamente los carabineros tomaban sus instrumentos y recibían a los pasajeros con lo mejor de su repertorio musical, por eso la llegada de un barco a Puerto Aysén era todo un evento. Esta banda debutó el 21 de mayo de 1929 en un acto oficial y cada domingo se presentaba para el izamiento del pabellón nacional con la presencia de todo el estamento social aysenino. Así, bajo los sones de la música, se fue forjando el sentimiento chileno en estas tierras que por esos años se veían como de colonización, pues siempre estuvo latente el temor de la presencia argentina en la zona.
CON MANTA Y BOTAS
Según el libro “De la Trapananda al Aysén” de Mateo Martinic, en su administración el intendente Luis Marchant puso énfasis en la educación, colonización y la seguridad pública
En Puerto Aysén motiva la creación de una escuela para niños y otra para niñas, en Balmaceda reactiva la escuela que ya existía y en Coyhaique motiva la creación de otros dos establecimientos.
Pero Marchant entendió que si quería ser líder tenía que ganarse el respeto de la gente y para ello debía conocer el territorio. Con una manta patagónica, botas de montar y montado a caballo se dio a la tarea de explorar Aysén, sus ríos, lagos y a conocer a su gente. Con la ayuda de sus funcionarios realizó el primer censo rural, hizo reconocimientos y motivó la mensura de los terrenos para la cría de ganado.
Respecto a la seguridad pública, logra que el 5 de marzo de 1928 se cree la Prefectura de Carabineros de Aysén y consigue tener una dotación importante de policías, instalando tenencias en Coyhaique, Cisnes, Lago Buenos Aires y Baker, además de retenes en 18 localidades.
El intendente fue el promotor de la fundación del pueblo de Baquedano (actual Coyhaique) posiblemente el 12 de octubre de 1929, aunque algunos historiadores locales como Leonel Galindo y Mateo Martinic sostienen que la fecha fue otra. También motivó en la creación de Chile Chico en 1929, Futaleufú en 1930 y dejó las bases para la fundación de Cochrane en 1954.
Pero en el país la situación política no era de las mejores, las críticas y la presión hacia el presidente Ibáñez creció y renunció en 1931. Ese mismo hecho llevó a que Marchant y otros funcionarios de confianza también renunciaran a sus cargos en julio de ese año.
COMO HIJO PRÓDIGO
Luis Marchant volvió a ser intendente de Aysén. Durante la presidencia del radical Juan Antonio Ríos el mandatario reconoció el trabajo realizado por el ex carabinero en Aysén y le vuelve a ofrecer el cargo de intendente a partir del 1 de abril de 1945, cargo que ocupó hasta el 11 de diciembre de 1946 porque el presidente Ríos falleció en ejercicio de su cargo como presidente y asumió posteriormente el también radical Gabriel González Videla.
Hasta que el 19 de junio de 1953, durante el segundo mandato de Carlos Ibáñez del Campo, vuelve Marchant otra vez como un hijo pródigo de Aysén a ocupar el primer puesto de la intendencia. Dicho mandato se extendió hasta el 14 de febrero de 1955, año en que renuncia para asumir una nueva función, Presidente ejecutivo de la Caja de Previsión de Carabineros de Chile, antecesora de la actual Dipreca.
Estabilidad es lo que mejor le entregó José Luis Marchant a Aysén, pues fue figura visible de autoridad en una región donde los funcionarios públicos no duraban mucho en sus cargos.
El recordado intendente carabinero de Aysén falleció el 7 de abril de 1971 a los 87 años y su figura aún se recuerda con cariño en la región, de hecho, en Coyhaique hay un busto dedicado a su memoria en la plaza de la capital regional en agradecimiento del territorio que él ayudó a forjar.
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