Gracias al trabajo conjunto entre el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones, detectives de la Brigada de Investigación Criminal Aysén detuvieron a un imputado por el delito de receptación el pasado martes 05 de noviembre.
En virtud a una instrucción particular de la Fiscalía Local de Puerto Aysén por el delito de hurto simple por un valor de 4 a 40 UTM, detectives comenzaron el proceso investigativo para esclarecer el hecho denunciado. Gracias a las diversas diligencias se lograron obtener antecedentes conducentes a la ubicación de las especies denunciadas por la víctima, una serie de herramientas de distintas características, que fueron hurtadas desde su vivienda a principios de agosto.
Durante el procedimiento se logró la incautación de 134 herramientas de diversas características y un juego de dados, especies avaluadas en $1.400.000, las que fueron devueltas a su dueño por los detectives, previa instrucción del Fiscal de Turno. El detenido compró al primer imputado las herramientas por la suma de $20.000, desconociendo su procedencia.
El imputado pasó a control de detención la mañana del miércoles 06 de noviembre de 2019, posteriormente fue formalizado, tras lo cual el Tribunal decretó la suspensión condicional del procedimiento por un año, además de firma bimensual en Fiscalía.
El artículo 456 bis del Código Penal sanciona tanto a quien comercialice algún producto robado, como a quien tenga en su poder objetos obtenidos de manera ilícita, los haya comprado o no. Una persona puede ser formalizada por el delito de receptación en caso de ser sorprendida con objetos robados sobre los cuales no pueda acreditar su procedencia. La pena por este delito puede ir desde 61 días a 5 años de presidio y una multa que puede llegar al millón de pesos.
En ese sentido, la Policía de Investigaciones hace un llamado a la ciudadanía a tener en consideración que comprar especies a un precio muy por debajo del valor de mercado puede implicar que el origen de éste sea ilícito. La compra de objetos robados es un eslabón más de la cadena del delito, puesto que la compra valida a los delincuentes para que sigan cometiendo ilícitos.
Al comprar un producto robado las personas se exponen a estafas, inexistencia de garantías, productos vencidos y con fallas, entre otros problemas.
Al respecto, el jefe de la Brigada de Investigación Criminal Aysén, señaló que la importancia de terminar con este delito “radica en que el comprar en el comercio ilegal fomenta que las personas continúen cometiendo delitos, quien en este caso adquiere especies de dudosa procedencia está promoviendo que las personas continúen robando y finalmente no se corta la cadena de delincuencia y criminalidad, creando otras figuras delictivas”, donde el trabajo de la PDI adquiere una labor de intervención y desarticulación de la cadena de comercialización de bienes robados.
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