Con una manta o frazada y un termo a la mano y sentados en sillas de playa, una treintena de padres y apoderados realizan fila a la entrada del Colegio Kalem de Puerto Aysén con el objetivo de lograr matrículas para sus hijos, tras no pasar la primera selección.
Algunos de estos apoderados expresaron que hacen la fila desde el viernes 30 de diciembre y que sólo la dejaron para ir a dar los abrazos del año nuevo y después volver.
¿Vale la pena? Ellos dicen que sí.
Los apoderados coinciden que es indigna la situación, pero que lo hacen por el beneficio que creen que le darán al futuro educacional de sus hijos e hijas.
La misma situación ocurre en el Colegio Santa Teresa de Puerto Aysén con filas de apoderados y de automóviles.
En Coyhaique se apreció filas desde la noche y hasta las 8 horas de este martes, preferentemente en el Liceo San Felipe Benicio y en otros colegio de la capital aysenina.
La situación también preocupó al alcalde de Coyhaique Carlos Gatica, quien a través de sus redes indicó que, pese a que los colegios donde se realizan las filas no son municipales hará gestiones para evitar filas soportando las frías noches coyhaiquinas.
“Conmueve que tengan que recurrir a ello para una mejor educación para sus hijos” y añadió “conversaré con sus autoridades para aportar a un proceso de matrícula más humano”
Las filas las realizan apoderados de niñas o niños que ingresan por primera vez a los colegios y que no pasaron la primera selección.
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