Actualidad

Verano en el sur: todo lo que debes saber sobre los tábanos y cómo mantenerlos lejos

Por Ornella Hurtado / 6 de enero de 2025 | 15:00
Estos insectos no sólo buscan sangre, también tienen un importante rol ecológico. Créditos: Wikipedia.
Ropa clara y repelentes pueden ser claves para disfrutar del sur de Chile sin preocuparte por estos insectos.

Cada verano, quienes habitan o visitan el sur de Chile deben lidiar con un invitado no deseado: los tábanos, también conocidos como coliguachos y de nombre científico Scaptia Lata.

Estos insectos, propios de la región y parte de la familia Tabanidae, pueden transformar una jornada al aire libre en una experiencia de incomodidad constante debido a su insistente revoloteo y las dolorosas picaduras de las hembras. 

Sin embargo, entender su comportamiento y adoptar algunas medidas puede hacer que su presencia sea más llevadera.

El ciclo de vida de los tábanos está estrechamente ligado al clima y al entorno natural del sur de Chile. Sus larvas se desarrollan en áreas húmedas cercanas a ríos, lagos y bosques nativos, un proceso que puede durar uno o dos años. Cuando alcanzan la adultez, emergen a mediados de diciembre, alcanzando su mayor actividad entre finales de ese mes y enero. 

Las hembras, en su afán de reproducirse, buscan sangre para obtener las proteínas necesarias para desarrollar sus huevos, mientras que los machos se alimentan de néctar, cumpliendo un importante rol como polinizadores.

Si bien las picaduras son molestas, no representan un riesgo sanitario conocido, ya que no transmiten enfermedades. Sin embargo, su revoloteo constante puede poner a prueba la paciencia de cualquiera.

Estrategias para mantenerlos a raya

  1. Vestimenta Inteligente: Optar por ropa de colores claros, como blanco o tonos pastel, puede marcar la diferencia. Los colores oscuros como negro, azul marino o verde oscuro tienden a atraerlos. Además, cubrir brazos y piernas con camisas de manga larga y pantalones ayuda a reducir las áreas expuestas.
  2. Uso de repelentes: Aplicar productos con ingredientes activos como DEET, picaridina o aceites esenciales de citronela es una opción eficaz. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y de aplicarlos tanto en la piel expuesta como en la ropa.
  3. Elegir el lugar y momento adecuados: Si es posible, evita áreas soleadas y húmedas durante las horas de mayor actividad. Si planeas acampar o estar al aire libre, considera instalar mosquiteros o redes para crear una barrera física.
  4. Trampas caseras: Una forma sencilla de mantenerlos alejados es fabricar trampas caseras. Por ejemplo, corta una botella plástica a la mitad, invierte la parte superior en la base y agrégale agua con azúcar o vinagre. También puedes usar trampas de colores oscuros, que los atraen lejos de tu ubicación.
  5. Productos naturales: Los aceites esenciales como los de lavanda, eucalipto o menta pueden aplicarse en pequeñas cantidades en la piel o diluidos en agua como spray. También se cree que incluir ajo en la dieta puede ayudar a repelerlos debido al olor que emite la piel.
  6. Mantén la calma: Aunque sea difícil, evitar movimientos bruscos puede ser clave para no atraer más tábanos. Estos insectos responden a la actividad, por lo que moverse con tranquilidad puede hacer que pierdan interés.

Un rol fundamental en el ecosistema

Más allá de las molestias que generan, los tábanos cumplen funciones importantes en el ecosistema. Además de ser polinizadores, son una fuente vital de alimento para peces, reptiles, arácnidos y aves. 

Según el entomólogo Alfredo Ugarte, en entrevista con Radio Bio Bio, el 90% de la población mundial de Scaptia Lata se encuentra en Chile, lo que subraya su relevancia para la biodiversidad local. 

Curiosamente, su desaparición suele ser tan abrupta como su llegada. Hacia fines de enero, su actividad decrece rápidamente, un fenómeno que los científicos aún no logran explicar por completo, comentó Ugarte.

En conclusión, el verano en el sur de Chile puede ser una temporada de disfrute al aire libre si tomamos las precauciones necesarias para convivir con los tábanos. Con ropa adecuada, el uso de repelentes y algunas trampas caseras, es posible minimizar su impacto y apreciar el equilibrio que aportan al ecosistema. 

“Su ciclo generalmente termina a fines de enero, dependiendo de las condiciones climáticas. Es bien curioso porque en algunos lugares es drástico. Por decirte algo, el 20 de enero puede haber miles y el 21 no hay ninguno más, el por qué no se sabe aún, es como que tienen un reloj biológico determinado. Es impresionante”, complementó.


 

Si vas a utilizar contenido de nuestro diario (textos o simplemente datos) en algún medio de comunicación, blog o Redes Sociales, indica la fuente, de lo contrario estarás incurriendo en un delito sancionado la Ley Nº 17.336, sobre Propiedad Intelectual. Lo anterior no rige para las fotografías y videos, pues queda totalmente PROHIBIDA su reproducción para fines informativos.
¿Encontraste un error en la noticia?