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Pedaleros coyhaiquinos cuentan sus aventuras, ahora en Irán

Por Pablo Santiesteban / 6 de mayo de 2023 | 16:58
Camila Ulloa y Patricio Muñoz durante su paso por Capadocia, en Turquía. Crédito: cedidas.
Camila Ulloa y Patricio Muñoz dejaron Turquía y se compenetran en la “cerrada” sociedad del antiguo país de los persas. Conoce las curiosidades de sus viajes.
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Los coyhaiquinos Camila Ulloa y Patricio Muñoz no paran en sus aventuras sobre ruedas y, tras atravesar de oeste a este Turquía, sumaron un nuevo país al entrar a Irán sobre sus bicicletas.

La pareja patagona, que anteriormente viajó por Canadá y Estados Unidos y posteriormente lo hizo por Grecia y Turquía, ideó seguir una ruta por el continente asiático, motivados por documentales de historia y viajes por el mundo. 

Antes de dejar Turquía, Camila y Patricio visitaron la turística región de Capadocia, famosa por sus paseos en globos aerostáticos y sus cuevas en roca, en pleno invierno y aguantando el frío de la Asia Menor.  

Lo interesante de sus viajes es que los coyhaiquinos no necesariamente se alojan en hoteles convencionales, sino que a veces son recibidos por personas común y corrientes, gracias a una aplicación (Couchsurfing) de alojamientos gratuitos o simplemente acampando.

Desde Irán –y aprovechando al máximo el internet al que accedieron- contó a Diario Regional Aysén que Turquía es un país totalmente recomendable para conocer.

“La gente es buena, amable, curiosa, a veces llegan a ser hasta muy invasivos, y muy, pero muy religiosos. Nunca sentimos ningún miedo de la delincuencia. Así que de todas maneras recomendamos visitar este tremendo país”, comentó Camila Ulloa.

Camila y Patricio coincidieron en Turquía con la fiesta musulmana de Ramadán, donde por un mes los fieles al Islam no comen, no toman agua y no tienen relaciones sexuales mientras haya luz solar y donde recién cerca de las siete de la tarde se les permite comer.

Visita a Capadocia

La psicóloga y el ingeniero patagones cumplieron su sueño de llegar a Capadocia, pero justo en el primer día se puso a nevar.

“Estuvo muy frío, pero bonito a la vez. Hicimos varios trekking por los increíbles valles e hicimos dos campings. No pudimos subir a los globos por el clima, pese a que estuvimos una semana esperando que cambiara el clima. Aun así fue una linda experiencia estar en ese lugar”, contaron a Diario Regional Aysén.

Luego de Capadocia la pareja se dirigió a Erzurum, dónde volvió a nevar. Se trata de una ciudad ubicada a mucha altura, rodeada de montañas nevadas.

“Paramos unos días ahí para tramitar la visa a Irán, la cual no tuvo ningún inconveniente. En la embajada fueron muy buena onda, nos ayudaron a llenar el formulario y hasta nos hicieron el favor de tenerla lista antes”, contaron.

En tierra de persas 

Con la visa aprobada los coyhaiquinos pedalearon hasta la frontera, dónde continuó el mal clima, con frío y lluvia. “Lo único que queríamos era que en Irán haya un poco de sol y menos frío”, dijo Camila.

“Al pasar por la frontera había un poco de nervios por toda la información que hay acerca de Irán, yo no sabía en qué momento tenía que usar el hiyab (pañuelo que usan las mujeres musulmanas). Aún así al pasar no tuvimos ningún inconveniente, ni siquiera revisaron nuestros bolsos y solo nos desearon un buen viaje”, expresó la coyhaiquina.

Gracias a la aplicación Couchsurfing lograron que su primer hospedaje sea la casa de una familia que los recibió bien y los ayudaron a despejar las dudas que tenían sobre qué hacer y qué no dentro de la sociedad iraní, profundamente teocrática.

Nos ha sorprendido lo amable que es la gente. Si en Turquía lo eran, aquí no se quedan atrás, nos paran a cada rato en la carretera solo para sacarse una foto con nosotros, o preguntarnos de dónde somos y demostrar su alegría de que estemos en su país, invitándonos a su casa o cualquier cosa que puedan ayudarnos” contaron Patricio y Camila.

“Por lo general la gente no ve extranjeros o turismo, y ellos saben cómo el mundo ve a su país, e intentan demostrar que ellos son buena gente y que los "malos" son sus líderes religiosos y no ellos”, comentan sobre la gente común de Irán.

Una cultura diferente

“Nos ha sorprendido las diferencias culturales, aquí no usan camas para dormir, usan una especie de colchoneta rellena de lana muy delgada, y duermen en el suelo, los baños son turcos, y comen también en el suelo”, dice una sorprendida Camila.

“Lo negativo hasta ahora es la suciedad. Hay mucha basura en las calles y carreteras. No existe una cultura del reciclaje ni de cuidar el medio ambiente; el internet funciona muy mal, y las redes sociales están censuradas para que no transmita información hacia afuera. Todos usan un programa para acceder a redes sociales, el cuál nosotros también instalamos para poder comunicarnos” añade Camila y cuenta que en Irán el alcohol es ilegal por lo que la gente fabrica su propio alcohol.

Usar o no la hiyab

Camila Ulloa y Patricio Muñoz contaron a Diario Regional Aysén que ahora están en Tabriz.

“Es una ciudad grande, nos ha sorprendido la cantidad de mujeres que no usan el hijab, y muchas se me acercan y me dicen que no lo use porque soy turista... De igual forma prefiero usarlo porque no se realmente cómo funciona la ley, y prefiero no arriesgarme”, comenta Camila, admitiendo el tema la pone nerviosa.

“Ahora hace calor, y lo malo es que las mujeres aquí tenemos que andar tapadas, no puedo usar short ni poleras, y andando en bicicleta eso es duro. Para los hombres es más libre, pero tampoco pueden usar pantalón corto. Patricio prefirió no usar polera manga corta (aunque aquí los hombres si pueden) para acompañarme en la prohibición que tengo yo aquí como mujer”, expresa la coyhaiquina. 

Una anécdota particular que Camila y Patricio vivieron a su llegada a Irán fue justamente con el pañuelo hijab de la psicóloga.

“Estábamos pedaleando y nos paró la policía. Yo inmediatamente me asusté y pensé que mi hiyab estaba mal puesto, pero nos sorprendimos de que sólo nos hicieron parar para preguntar de dónde éramos, desearnos un buen viaje por Irán y regalarnos frutos secos”.

“Han sido cinco meses muy duros de frío, nos sentimos un poco cansados, más ahora justo que queríamos sol, y empezó aquí en Irán. Nuestro plan en Irán es llegar a Teherán, la capital, y tomar un bus para conocer el desierto y después nos dirigiríamos hacia Turkmenistán, pero como todo viaje, puede ir variando y cambiando los planes del destino”, añadió la pareja que, aunque añoran el hogar, no dejan de sorprenderse con las aventuras que viven.


 

 

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