Al igual que en el resto del país, las cerca de 15 áreas protegidas que el Estado actualmente tiene en la Región de Aysén mantendrán cerradas sus puertas para la atención al público.
Lo anterior, debido a que los guardaparques de la región, se sumaron a la paralización iniciada por sus colegas en la Región de Magallanes.
Dentro de las principales demandas de los trabajadores está la necesidad de mejorar sus condiciones laborales.
En la Región de Aysén son 45 las personas que desarrollan esta labor, quienes están distribuidos en diversas funciones, relativas al resguardo de los parques y reservas nacionales, además de las áreas silvestres protegidas.
Los trabajadores ayseninos, se sumaron a las movilizaciones debido a que las demandas son transversales: falta de personal, precario estado de infraestructura que tienen dichos espacios, la exigencia de aumento de presupuesto para el Snaspe (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado), mejoras salariales para los guardaparques, el reconocimiento de cargos de responsabilidad y mayor equidad de género.
La Región de Aysén tiene una superficie mayor a los 108 mil kilómetros cuadrados y el 74% de este es considerado área protegida, superando los siete millones de hectáreas.
Actualmente, las visitas a los parques y reservas, se encuentran suspendidas hasta el término de la movilización, que hasta el momento sería indefinida.
Finalmente, desde Conaf informaron que solo una de las reservas se encuentra abierta: Tamango en el Parque Nacional Patagonia, que mantiene funcionamiento normal.
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