Un mensaje para seguir trabajando con visión de comunidad y por el bienestar de la ciudad y sus habitantes entregó el obispo del Vicariato Apostólico de Aysén, Luis Infanti, luego de oficiar el Te Deum (A ti Dios, en latín), una liturgia de acción de gracias, en homenaje al aniversario 93 de Coyhaique.
En el Te Deum participaron todas las autoridades regionales y comunales, así como de las Fuerzas Armadas y del Ministerio Público.
La ceremonia contó con la participación del coro Tierra Viva de la Municipalidad de Coyhaique, dirigido por el maestro Arturo Barros.
Tras compartir el evangelio, el obispo Infanti destacó que Coyhaique va camino al centenario y que hay que reconocer a personas e instituciones que han embellecido esta tierra.
"Entre aciertos y desaciertos seguimos creciendo en infraestructura y belleza, con sus dificultades por cierto, pero por sobre todo somos una comunidad y estamos invitados a crecer desde adentro, desde el alma", manifestó la cabeza del Vicariato Apostólico de Aysén.
Luis Infanti hizo un llamado a la autoridad a guiar no sólo la infraestructura sino que “el corazón y el alma de nuestro pueblo” y tomando un mensaje entregado por el fallecido Papa San Juan Pablo II, indicó que hay que trabajar con los mejores esfuerzos por las familias, los jóvenes y sus vocaciones y por los pobres.
“Ahí está la clave de nuestra vida en comunión, de participación porque es en la familia donde se va fraguando la persona, educando y plasmando quienes serán las futuras generaciones”, sostuvo.
El obispo desarrolló aún más las tres dimensiones que mencionó en su homilía.
“Los jóvenes, al florecer su vida, están llamados a ver cómo pueden servir a los demás. Más que destacarse en sus valores, pensando egoístamente en sí mismos, estamos orientados a que piensen cómo pueden servir al país en que vivimos, mirando las problemáticas sociales porque esos fueron los sueños de los primeros habitantes de Coyhaique”, apuntó.
“Los pobres son la motivación para crecer en equidad, justicia y fraternidad. Si nos reconocemos miembros de un solo pueblo es importante no dejar a nadie bajo la mesa, quitando la dignidad que por derecho todos tenemos”, expresó.
A las autoridades el obispo los invitó a trabajar por la gente y no por mezquinos intereses partidistas.
“Tenemos la responsabilidad de trabajar en comunión más allá de las rivalidades, en el bien de nuestro pueblo más que nuestras características personales o diferencias. Ese el arte, de vivir y de la política noble”, enfatizó.
El obispo Infanti cerró su mensaje invitando a “trabajar para embellecer este privilegiado lugar del planeta y para tener una vida buena y santa”.
Grupo DiarioSur, una plafaforma informativa de Global Channel SPA, Av. España, Pasaje Sevilla, Lote Nº 13 - Las Animas - Valdivia - Chile. Powered by Global Channel