Casa impactada por un rayo: “Es un milagro de Dios que estemos vivos"

Momentos de terror vivieron dos familias de Ancud en medio de una tormenta eléctrica. Perdieron prácticamente todos sus electrodomésticos.

Durante la mañana de este domingo un rayo impactó a una vivienda, provocando daños de consideración, principalmente en electrodomésticos, y gran conmoción a dos familias de Ancud, en la Región de Los Lagos.

Pasadas las 07:30 y en medio de una tormenta eléctrica los dueños de una casa ubicada en la Villa Goleta Ancud despertaron con una violenta descarga de energía. Sin embargo, eran los habitantes de la cabaña que tienen en la parte de atrás de su casa los que se habían llevado la peor parte.

En un relato al medio de comunicación Canal del Sur, Marcial Mancilla, quien vive en el mencionado inmueble, describe así lo vivido: “Es una nueva oportunidad de vida que Dios nos dio, porque podríamos haber muerto calcinados. No salvamos absolutamente nada de la línea blanca. La casa por dentro está desintegrada”. 

Mancilla continúa su relato: “La cómoda se levantó del piso y quedó arriba de la cama. El impacto fue muy fuerte, cómo lo desintegró todo desde dentro el golpe de corriente, porque este fue el rayo que cayó”. 

Insiste que “es un milagro de Dios que estemos vivos” y explica que tras el impacto “la casa tenía fuego en las esquinas, pero se pudieron apagar cuando los automáticos bajaron. Pero la casa estaba envuelta en humo y perdimos prácticamente todo”. 

“Están vivos de milagro”

El dueño de la casa principal y de la cabaña, Mauricio Mansilla, vio todo lo ocurrido desde otra perspectiva. “Se vio una luz y se escuchó un estruendo muy fuerte. Pensé lo peor y le dije a mi señora: cayó un rayo atrás y están pidiendo auxilio”. La casa estaba rodeada de humo. Los trajimos a mi casa y llamamos a bomberos”. 

El propietario precisa que “toda la línea blanca se reventó y los cables ardieron hasta el mismo medidor”, pero sostiene optimista: “son cosas materiales que se pueden recuperar. Lo importante es que los chiquillos están bien. Y están vivos de milagro porque la presión que generó la descarga eléctrica fue tan grande que en una parte abrió la pared”. 

Mansilla reconoce que “fue una experiencia traumática, pero gracias a Dios ellos están bien”.