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Los héroes a veces no lucen capa y espada: conoce la historia del maestro Guido

Por Pablo Santiesteban / 3 de junio de 2022 | 13:01
Una corazonada inexplicable hizo que Guido Valenzuela acudiera a ayudar a Carabineros en el salvataje de ayer. Crédito: redes sociales.
Guido Valenzuela, el carpintero y ex buzo que ayudó a rescatar del río Aysén a una niña y un carabinero la tarde de este jueves.
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Al maestro carpintero Guido Eugenio Valenzuela Sepúlveda le parecía que el 2 de junio iba a ser otro día común corriente en Puerto Aysén.

Salió a hacer una peguita en su camioneta. Iba pasando por la costanera y de pronto ve por el espejo retrovisor un vehículo de Carabineros con las balizas encendidas. Se hace a un lado y los deja pasar.

Ve que el vehículo policial se acerca raudo a la ribera del río.

Guido Valenzuela reconoce a Diario Regional Aysén que en ese momento le pasó algo inexplicable. “Nunca lo hago, estacioné mi vehículo y fui a mirar para ver si podía ayudar en algo y en eso siento un golpe fuerte en el agua”, cuenta. 

Desde el puente Presidente Ibáñez alguien se había lanzado y Guido ve cómo unos carabineros corren desde el viaducto hacia la playa. Uno se lanza al agua.

El maestro Valenzuela alcanza a distinguir desde la orilla que una niña flotaba en el agua, ve que empieza a manotear, pide auxilio, se aferra a seguir viviendo.

El frío de esa tarde era intenso. ¿Cómo estará el agua? pensó, mientras empuñaba sus manos con tensión.

Ve que uno de los carabineros alcanza a la niña, distingue el cansancio de ambos. 

Casi sin pensarlo, como si las manos se movieran solas, comienza a sacarse la ropa, igual como cuando era buzo en Chiloé años atrás. Primero fue la parka, la camisa, los pantalones y al agua.

Guido sacó primero a la niña. Estaba impresionado por la lucha que desplegó para seguir con vida.

Ya más cerca de la orilla estaba el carabinero. Volvió a lanzarse al río Aysén y lo sacó también. 

Empiezan a llegar las ambulancias, los bomberos, más carabineros. Guido se pone la ropa de nuevo, empieza a tiritar y sin que nadie se percate se va a su casa. 

Los héroes a veces no lucen capa y espada.

Un presentimiento

Guido Valenzuela no se siente un héroe, para él el acto de arrojarse al río Aysén para ayudar a dos personas fue de lo más normal. Algo que debía hacerse y se hizo. Así cuenta su experiencia a Diario Regional Aysén.

“Yo me iba a mi peguita. Vi que Carabineros pasaron soplados al lado mío y se estacionaron en la ribera sur. Imaginé que había un accidente porque siempre en ese lugar choca gente”, cuenta.

“Me devolví para ir a ver. Nunca hago eso en realidad. Eso me tiene sorprendido de por qué me devolví. Estacioné la camioneta y vi cuando un bulto cayó al agua. Imaginé que era una persona y vi que los carabineros corrieron a la playa y yo los seguí para ver si podía ayudar”.

“Los carabineros fueron los que se tiraron primero, uno llegó más cerca de la niña, pero no pudo tomarla por la hipotermia, ya no podía nadar con ropa y cuando vi que la situación podía ser más grave me saqué la ropa y me tiré al agua. Saqué a la niña y después entre todos ayudé a sacar al carabinero”, agrega, 

Momentos de tensión

¿Cómo estaba la niña y el carabinero en el agua?

“Estaban mal. La niña sobre todo. Ella luchó un montón por su vida. A mí me sorprende después de haberse tirado del puente como luchó por su vida porque ella pedía auxilio, ayuda. Luchó harto y avanzó hacia la orilla y eso ayudó a que el rescate sea un poco más fácil porque ya no tuvimos que nadar hacia la mitad.

Yo le gritaba que nadara de espalda, que flotara, que no hiciera tanto esfuerzo, que se moviera para que no tuviera tanto frío. Eso lo hacía cuando estaba afuera, después de que los carabineros se tiraron. Cuando vi que la situación se complicó me dije que ya estaba ahí y tenía que ayudar”.

¿Le afectó el frío?

“Yo no me percaté del frío porque en ese instante la adrenalina lo gana a uno. Después que salí del agua el frío me afectó y me fui a mi casa y abracé mi combustión con todo. Me demoré como dos horas en recuperarme”.

¿Es cierto que la niña se sumergió en su lucha por nadar?

“Sí, en un momento ella se perdió. Yo creo que el frío y el cansancio le ganaron. Igual el golpe desde el puente al agua debe haberle dolido”.

Experiencia

¿Usted tiene experiencia en el nado?

“Sí, yo aprendí a nadar a temprana edad. Nací en Pitrufquén y todos los veranos nadábamos con los chicos en el río Toltén. Después a los 24 años empecé a trabajar de buzo en Ancud. Eso me dio experiencia para tirarme”.

¿Qué curioso que haya decidido quedarse a ver lo que pasaba?

“Sí, a mí me sorprende. No lo veo como si fuera algo esotérico, pero fue algo extraño. Cuando voy a trabajar voy derecho a mi pega. En ese momento sentí ganas de ir a mirar a ver qué pasaba.

Todo empezó a darse solo, cuando vi a los carabineros y a la niña sin querer empecé a sacarme la chaqueta. Era como si mis manos se movieran solas. Cuando me vi en pelotas me tiré al agua no más”.

Un héroe

¿Qué le han dicho después de vivir esta situación límite?

“Para mí fue una acción humana normal. Había que solucionar el problema. Yo sé que las redes sociales son poderosas, pero para mí lo que hice no fue raro. Se agradece lo que dicen de mí. Lo bueno es que la gente lo sintió, llegó a los corazones de la gente. Hay que entender que si se puede ayudar hay que atinar”.

Pero hasta para el salvavidas más experimentado es difícil salvar a dos personas.

"Sí, uno no mira ni mide. Para mí fue eterno. Yo estaba preocupado por la niña por la hipotermia que tenía. Podía haber sido otro el cuento. Ella era una niña chiquitita, casi una guagua". 

¿Qué le parece los intentos de suicidio frecuentes de jóvenes que se lanzan desde el puente en Puerto Aysén?

"Es que a esa edad son niños que recién están empezando a vivir. No miden las consecuencias, pero esta niña reaccionó y empezó a pedir ayuda. El golpe desde el puente pudo haberla matado.

Yo estoy sorprendido de esa niña porque luchó una montonera por su vida, debería vivir muchos años. Eso es loable, seguramente se arrepintió de lo que hizo, con una oportunidad de vivir más y con mayores proyecciones”.

¿Le gustaría reencontrarse con la niña que salvó?

“Me gustaría conocerla porque la verdad yo no la vi, lo único que veía era la orilla para salir pronto. Después me enteré de su edad”.

Es destacable el acto de los carabineros.

“Yo me contuve. Ya venía con la intención de ayudar. Cuando vi que los carabineros se tiraron pensé que iba a haber un resultado positivo, pero la situación se complicó. Ellos son parte importante de este rescate”.

Guido Valenzuela seguirá como un vecino más de Puerto Aysén, pero su arrojo y generosidad son un ejemplo de que cuando hay que ayudar no se piensa tanto, sólo hay que actuar. 

Este carpintero dijo que no le gusta que lo llamen héroe, pero su acción no deja otra cosa que halagar su acto como se merece: un héroe sin capa.


 

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