Los jóvenes que iniciaron su servicio militar en las unidades de la IV División de Ejército durante abril, comenzaron la fase de formación del combatiente individual, intenso proceso de instrucción y entrenamiento, mediante el cual serán capaces de desenvolverse en un ambiente hostil y asegurar su supervivencia.
Los reclutas durante esta fase son instruidos por sus respectivos comandantes de acuerdo a las competencias o tareas que debe desempeñar un combatiente, de acuerdo a los conocimientos, habilidades, destrezas y valores necesarios para cumplir con los estándares o normas exigidas conforme a los reglamentos y manuales de instrucción.
La instrucción se lleva a cabo en el Campo Militar “Coyhaique”, el Campo de Instrucción y Entrenamiento “Las Bandurrias” y en el Regimiento N°8 “Chiloé” en la ciudad de Puerto Aysén.
El contingente es instruido en medición y apreciación a distancia, pasos dobles, técnicas y tácticas de supervivencia, orientación terrestre, primeros auxilios, combate cuerpo a cuerpo, lanzamiento de granadas, tiro de polígono, entre otras.
Este primer periodo no sólo entrega conocimientos, las duras condiciones climáticas de la zona austral, la lejanía del hogar, dejar sus familias, otorga un valor agregado a los soldados, quienes al término del período en terreno adquieren capacidades que los transformaran en combatientes individuales.
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