Vicariato de Aysén participa en 47° Jornada Pastoral Zonal y Sinodal

Los católicos ayseninos viven proceso de reencontrarse y expresar sus ideas y esperanzas para la iglesia de estos tiempos.

La comisión de animación sinodal de la Iglesia de Aysén, desplegada en toda la región, continúa el acompañamiento de la 47°Jornada Pastoral Vicarial “Zonal” y “Sinodal” que convoca a laicos de parroquias, movimientos, colegios y medios de comunicación para discernir la renovación de su servicio.

Diversos encuentros en distintas comunidades se han producido en sincero conversación, análisis de la sociedad actual y mucha oración comunitaria.

Para el diácono Juvenal San Martín, administrador parroquial de Cochrane, la experiencia fue rica y gratificante en el compartir. "Rescato lo más hondo porque las personas se entregaron profundamente a decir lo que tenían en el corazón. Eso es bueno. No dejar nada guardado; poder compartir”, expresó.

Paola Valdebenito, de la comunidad centro de Coyhaique, indicó que la actividad ha sido excelente, principalmente después de vivir dos años de pandemia y sin actividades presenciales. “Este es un momento bien especial de encuentro; y sobre todo de reflexión y oración. Se agradece mucho (…) Siempre es bueno escuchar a quienes participan y están siempre presentes en la Iglesia”, manifestó.

María Mella, animadora de comunidad de Cochrane, destacó que el encuentro produjo un ambiente de confianza y de dar a conocer posiciones, angustias y miedos en relación al quehacer de la Iglesia. “Me identifique con una Iglesia en apertura, que da más oportunidades y funciones a los laicos, sobre todo con el hecho de que nuestras comunidades que están tan alejadas puedan participar en la Comisión Pastoral (COP)”, indicó.

Para Sandra Ojeda, agente pastoral de Puerto Río Ibáñez, el encuentro fraterno fue provechosa. “Hemos estado muy solitarios por la pandemia y es bueno que sigan viniendo y apoyando porque en realidad necesitamos eso”, indicó.

Margarita Estévez, Sierva de San José de Coyhaique, destacó el ambiente de libertad de la actividad. “Se han tocado temas muy interesantes para aportar a la Iglesia de Aysén… Yo confío, espero, sueño con una Iglesia más fraterna donde no hay machismo; en donde todos somos iguales”, sostuvo.

Para Manuel Iduarte, agente pastoral de Villa O’Higgins, esperaba un reencuentro con la comunidad y dijo sentirse agradecido de la oportunidad. "Todos estábamos con hartas ganas de participar con franqueza, sinceridad y honestidad en nuestras opiniones. El tema de los abusos está ahí todavía. La Iglesia tiene que hacerse cargo de manera mucho más directa para empezar de una vez por todas a sanar las heridas; participar en la justicia, verdad y reparación”, expresó.

Plácido Ferracini, biblista italiano de Coyhaique, también coincidió en la idea del encuentro y compartir. “Me ha parecido una instancia muy interesante porque se han debatido, conversado y compartido cosas profundas de manera amena pero también honda, sincera y realista, lo que no siempre se encuentra o se vive", opinó.

Para Cristiana Ponce, de la comunidad Jesús Nazareno de Coyhaique, comentó que el encuentro permitió recién adentrarse en el estilo sinodal. "Siento que para todos ha sido muy relevante como cristianos empezar a apropiarnos de lo sinodal para hacer cada día mejor nuestras comunidades”.