En Coyhaique y viviendo el día a día y la amistosa cercanía de la gente está la familia Mendes, los brasileños que viajan a través de la Patagonia arriba de sus bicicletas, una aventura que iniciaron hace siete meses desde Perú para seguir hacia el sur, hasta Ushuaia, y desde ahí volver por Argentina, Uruguay y hasta su casa en el estado de Paraná.
José Leonardo y Priscilla Mendes es el matrimonio que pedalea por la región junto a sus hijos Leonardo (8 años) y las gemelas María Julia y María Luiza de 6 años. Los padres y el pequeño Leo pedalean por sí mismos, mientras que las niñas van en otras bicicletas más pequeñas, pero ancladas a las ruedas traseras de sus progenitores.
Por estos días, los Mendes son reconocidos por Coyhaique y se muestran agradecidos de la cercanía de la gente. La curiosidad por conocerlos y conversar con ellos es algo que aprecian.
En conversación con Diario Regional Aysén, José Leonardo Mendes comenta que se han sorprendido con la belleza de los paisajes: “La Patagonia parece de otro planeta, todo es diferente”, indica. Aunque para la familia hay algo cercano a la región, la cultura gaucha, pues en su región también se comparte la vida del trabajo con el ganado, el chamamé en portugués y el infaltable mate.
José Leonardo dice que anda en bicicleta desde que tenía cinco años y fue así como se conocieron con su esposa. Su profesión es de ingeniero, pero quiso dejar su casa, su ciudad y la vida cotidiana por hacer el cicloviaje con su familia y enseñarles el mundo tal como es.
“Cuando nos enamoramos y nos casamos teníamos como hábito andar en bici y, pedalear en grupos de amigos. Cuando nació nuestro primer hijo mi señora compró una carretita de sorpresa y empezamos a pedalear con él más despacio. Hacíamos picnic o salíamos a algún punto bonito. Así comenzamos a ver la bici como un medio de transporte para salir con los niños”, contó el padre de familia a Diario Regional Aysén.
Hace siete años los Mendes programaron un viaje con su hijo dentro de Brasil y la experiencia resultó positiva.
“Cuando las nenas nacieron, como a los dos años volvimos a hacer el mismo viaje y con la carretita, sólo en la provincia de Río Grande do Sul hasta Paraná, unos mil 500 kilómetros más o menos”, indicó.
En 2019, la idea original era viajar a Europa, pero llegó la pandemia y los niños fueron creciendo. Decididos a hacer un nuevo viaje en familia, decidieron hacerlo por América del Sur, ya que, en cao que pasara algo, tienen su país a mano para regresar. Así, el presente viaje es como una especie de “prueba” para toda la familia. “Era algo que sabíamos que teníamos que hacer para hacer cosas mayores”, añadió José Leonardo.
La familia brasileña tuvo que adaptarse a como es la Patagonia, a veces con la inesperada lluvia, las demoras de las barcazas que a veces no pasan por los lugares donde están o la caída del internet. “Para nosotros no es normal eso”, dice José Leonardo.
Lo bueno ha sido la calidez de la gente, pues reconocen que al principio se prepararon para alojar y cocinar por sí solos, pero han vivido de la hospitalidad. “Las personas son amables y muy curiosas, es algo que nos ha atraído mucho y tenemos mucha similitud con el lugar donde vivimos con la cultura del gaúcho. Siempre fue un sueño conocer la Patagonia. Hay gente que nos ha recibido y nos dicen que nos quedemos más tiempo”, señala.
“Cuando uno viaja con la familia así está más disponible, pero también más vulnerable. Cuando se pedalea se está más vulnerable al clima, la distancia, los vehículos. Las familias que nos recibidos ven que somos una familia de verdad, con momentos buenos y otros no tan buenos, nos peleamos también, estamos educando a nuestros niños y a veces tenemos que hablar más alto. Somos sensibles a las muestras de cariño y la amabilidad”, reconoce Mendes.
Consultados sobre la educación de los pequeños Leo, Maju y Malu, José Leonardo indicó que avisaron al colegio de sus hijos que iban a viajar al extranjero por lo que sus clases las hacen a distancia con un profesor que les van entregando materias y pidiéndoles tareas.
Añade que a veces la educación se relaciona mucho con su vida de pedaleros, tanto en matemáticas, ciencias naturales o historia y que se han convertido en un caso de estudio para una tesis de educadores que investigan acerca de la enseñanza no convencional.
José Leonardo dice que sus tres hijos son la fuerza mental que tienen Priscilla y él en los momentos en que el cuerpo no les da más para seguir pedaleando en la ruta. “Desde Mañihuales hasta Coyhaique pedaleamos 89 kilómetros y nosotros íbamos muy cansados, pero mi hijo decía que estaba bien. Eso nos ayuda mucho a cumplir nuestro sueño”, manifestó.
Quienes quieran seguir el día a día de los Mendes los pueden ver a través de sus redes sociales en Facebook, Instagram y Tik Tik como Family Bike.
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