Madre conoce a su hijo a los 42 años: se lo arrebataron en el hospital y lo llevaron a Estados Unidos

"Hola mamá, te amo mucho”, fueron las primeras palabras del abogado Jimmy Lippert Thyden a su madre, víctimas de una adopción forzada.

“Hola mamá, te amo mucho”. Esas fueron las primeras palabras que Jimmy Lippert Thyden, abogado y militar en retiro de 42 años, le dijo a María Angélica González, en su casa en Valdivia, tras conocerse. Jimmy se siente agradecido de la vida que le dio su familia adoptiva en Estados Unidos, aunque ahora su corazón se siente completo: el 17 de agosto pudo conocer a su madre biológica y hermanos.

Todo comenzó en 1981, cuando María Angélica González tuvo a su hijo en el hospital. De acuerdo a lo publicado en USA Today, una enfermera le dijo a la madre que el bebé era prematuro y que lamentablemente había fallecido. Durante 42 años, ella y su familia creyeron ese relato, pero era mentira. Jimmy había sido adoptado por una familia que vivía en Arlington, Estados Unidos.

Jimmy creció en una familia amorosa. Tiene dos hermanos adoptivos y unos padres que le entregaron amor y todas las oportunidades, tal como él mismo dijo. Sabía que había nacido en Chile, pero tanto él como su familia creían que no tenía familiares vivos. Hasta que un día de 2021, Jimmy vio un reportaje en el cual contaban la historia de un hombre con una historia de vida similar y que había sido parte de adopciones forzadas, hechos que eran recurrentes durante la dictadura militar en Chile.

En ese momento, el abogado comenzó a pensar que él pudo haber sido parte de ese sistema de adopciones forzadas y contactó a la Agrupación Nos Buscamos, quienes se dedican específicamente a reunir a las familias que han sufrido de estas dolorosas situaciones. Se realizó un examen para determinar su perfil genético e ingresado a la plataforma de MyHeritage.com y verificar si había algún match.

De ahí, Jimmy cuenta que fue todo una nebulosa, la cual se dispersó el 17 de agosto del 2023, cuando todas las piezas del puzzle se reunieron en Valdivia. Junto a su madre y familia, recorrieron las calles en las cuales hubiese crecido, si no hubiese existido esa adopción forzada. 

Thyden planea seguir apoyando a la fundación y reunir, al menos a 40 otros estadounidenses que tienen una historia similar a la de él. “Hasta que todos los niños sean encontrados y encuentren a sus familias”, comentó a The Guardian.