Un trabajador coyhaiquino se salvó de milagro en la noche del lunes, luego que su camión repartidor de gas chocara contra un caballo que estaba suelto en la calle Campos de Hielo.
El chofer no vio cuando este caballo apareció entre la oscuridad de la noche y lo impactó justo en la cabina. De milagro el animal no sobrepasó el parabrisas en un tipo de choque que usualmente son mortales para los conductores.
Ahora cabe la pregunta respecto a quién o quiénes son los dueños de estos animales que quedan sueltos en la vía pública y que representan un peligro para los que transitan por las calles o carreteras de la región.
Lectores de Diario Regional Aysén denuncian que estos animales sueltos no están en la vía pública sólo un día, sino que varios y que los dueños no se hacen responsables de tenerlos encerrados.
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