Con un toldo afirmado a unos palos para capear la lluvia se vivió la misa en el santuario Cascada de la Virgen presidida por el obispo del Vicariato Apostólico de Aysén, Luis Infanti.
Esta vez los feligreses decidieron ir al santuario en vehículos, aunque hubo algunos valientes que peregrinaron a pie.
Ya en el lugar se reunieron fieles católicos de Coyhaique y Puerto Aysén, como también de otros sectores, para vivir la eucaristía, provistos de paraguas y parkas para protegerse de la lluvia patagona.
En el santuario se aprovechó de hacer oración y pedir por las principales necesidades de la región en la actividad que pone fin a la celebración del Mes de María y que entra de lleno a la espera del tiempo de Navidad.
De esta manera la tradicional procesión religiosa regresa, luego de las restricciones sanitarias adoptadas por la pandemia.
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