Tamar y Hade: tiernas canes policiales al servicio de los ayseninos

Las dos ejemplares de labrador retriever apoyan la labor de la Policía de Investigaciones en la Región de Aysén. Conoce su particular historia en la nota.

Tamar y Hade son las dos canes detectoras de drogas que actualmente apoyan la labor de la Policía de Investigaciones en la Región de Aysén. Se trata de dos labradoras retriever, que son madre e hija.

Tamar tiene ocho años y cuatro meses, mientras que Hade tiene dos años. Junto a Hade nacieron otros 12 cachorros quienes fueron parte de la segunda camada de Tamar, todos canes detectores de drogas de la PDI.

El comisario Jorge Collao Ramírez, de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de Coyhaique, detalla que Tamar ha cumplido labores de can detectora de drogas en distintos escenarios, tales como, aeropuertos, pasos fronterizos, apoyo a distintas unidades en revisión de inmuebles, vehículos, etc. 

“También, esta entrenada para detectar materia orgánica en descomposición humana (búsqueda de cadáveres) estando presente en catástrofes naturales a lo largo de todo Chile, como por ejemplo Villa Santa Lucía en 2017, Chañaral 2015, etc. Además de apoyar en las investigaciones por presuntas desgracias que lleva la institución”, explica.

Ambos guías llegaron a la región con sus respectivos ejemplares caninos (guía/can) debido a la necesidad que planteó el jefe regional de la PDI de Coyhaique, de contar con canes detectores y prevenir el ingreso de drogas a la región.

Tamar, fue seleccionada por su alta efectividad y la experiencia de su guía, mientras que Hade fue proyectada como una excelente can debido que demostró un alto nivel en su adiestramiento junto a su guía, siendo destinados desde la Brigada de Adiestramiento Canino de la PDI ubicada en la Región Metropolitana.

Preparación y trabajo

En ambos casos, el adiestramiento base dura seis meses, después de eso, con ejercicios prácticos donde se simulan escenarios de búsqueda y la parte operativa, se refuerzan los resultados positivos, lo anterior permite que tengan una alta expectativa de búsqueda ( lo que para ellos es un juego lúdico junto a su guía). 

El trabajo de ambas canes ha sido positivo. Tamar ha detectado en lo que va de 2022, un total de 13 kilos de cannabis sativa, equivalente a 39 mil dosis. A lo anterior, se suma 500 gramos de clorhidrato de cocaína, equivalente a 1.500 dosis y 20 vaper con alta concentración de THC.

Su rutina diaria comienza temprano con el mantenimiento de los caniles y el desayuno de ambas. Posteriormente tienen tiempo de esparcimiento en un espacio especial para dichos fines.

“Luego de esto se preparan para salir a cumplir con su labor operativa que es la detección, lo que para ellas significa salir a jugar junto a su guía. Terminan el día con su respectiva alimentación y descanso como todo ser vivo”, detalla el comisario Jorge Collao.

Respecto a la importancia que tiene para la institución, contar con canes que apoyen su labor, el comisario de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de Coyhaique, asegura que es primordial.

“Los K9 -perros de trabajo policial- son de real importancia para nuestra labor operativa e investigativa, su olfato pude llegar donde el ojo humano no puede, logrando la incautación de pequeñas y grandes cantidades de drogas", explica Collao.

Y agrega que además de la detección de droga, pueden acotar los rangos de búsqueda en superficies extensas, en el caso de los canes busca cadáveres o detección de armas. "Además de una labor muy silenciosa que cuenta la institución, que es la canoterapia”.

"Los K9 -perro de trabajo policial- son de real importancia para nuestra labor operativa e investigativa (…)"

Cada can es especial. Tamar por ejemplo, es regalona y amigable, pero no confunde al que le hace cariño porque es un dog lover, con el que la acaricia para evadir la detección de que algo trae oculto.

Hade, en tanto, es traviesa, con una energía única, lo que es aprovechado por su guía en su labor.